El Tren Maya (TM) y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) son parte de un megaproyecto que tendrá impactos en el entorno social y ambiental del sur-sureste para potenciar la industrialización y el flujo de mercancías. Su administración fue asignada a las fuerzas armadas (FFAA), para lo cual se constituyeron empresas de propiedad estatal con recursos del Ejército, que disponen de presupuesto público para la contratación de empresas privadas. Ambos fueron declarados como prioritarios y de seguridad nacional, aumentando los riesgos de abusos a los derechos humanos.